miércoles, 13 de abril de 2022

ME FALTA EL AIRE (Soneto Inglés)



 Siniestro cráter trágico, en tu lava,

aúllan tus vestigios sin retoño

y un hilo destructor sagaz te enclava

la miel que derramaste en el otoño.


Un bosque iridiscente te acorrala

e inventa sortilegios en tu fuga

y un suspiro de amor se va, e inhala,

vapores de los ríos de tortuga.


No intentes rescatar la fuente viva

que transfiere el final de tu cosecha;

me quemas sin piedad, estoy cautiva,

en éxodo total que asusta y flecha.



Sucumbió aquel amor y su donaire

y el vuelo del dolor, me robó el aire.

lunes, 15 de enero de 2018

MAR MUERTO



Cuántas veces, te vi, enarbolando los 
misterios absolutos de tu risa…
Cuantas veces, provocaste el incendio
de mis días, ahogados en el llanto de
tus liviandades. 

Y te quedaste, así, ausente, sin vida,
con la testa enjuta, doblegada 
por el tiempo, y por las ausencias.
No luchaste, no inventaste, se murió
la nota frágil, en las fauces del olvido.

Despojaste el alba sin temores,
desabrochaste el universo con
desidia, paso a paso, sin dolores.

Luego, feneció el destino, y en el
ocaso de tus desaciertos,
perdiste la cordura, en el mar muerto.

jueves, 2 de marzo de 2017

INQUIETANTE




Inquietante, el aroma de tu piel morena.
Inquietante, el sonido de tu voz mientras
te adueñas, de mis días, y de mis noches.
¡Sinfonía!
Mil noches de tu piel quisiera, aunque entre
rejas expirara, feliz pagaría mi “condena”.

Intentas liberar todos mis flancos, e inmenso
te preparas para la guerra: de roces, suspiros
y entrega. Minimizas el frío, la nostalgia, la pena, y
recorres sin prisa, mis arenas…

Sortilegio que deambula sin retorno, que se tiñe
de arreboles matizados, e invita a libar la vida entera.
Besos que no mienten, que pronuncian tu destino, 
y condenan sin piedad, irreverentes. 

¡Inquietante, si, en lo evidente!
En el franco latir de los sentidos,
en la entrega final, de fuego ardiente, 
compases inevitables de tu vientre.

Y TE QUEDAS EN MI



Absolutos, íntimos, e impuros. Gemidos 
que se nutren de la epicúrea ansiedad 
de amarnos sin recelo, sin prudencia, excelsos
en la entrega total de nuestros cuerpos. 

Liados bajo el sol que fenece en el ocaso. 
Instaurados en la eternidad de las estrellas, 
sin prisa, con el dulce devenir de un beso clandestino. 
Sin protocolos en la piel, que se unge en hierbabuena 
y se adiestra en las comisuras de tu boca urgida. 

No intento escribirte en versos mis vehemencias, 
no es una invitación abierta, ni un desafío concreto. 
Pero es el boceto final de excitación perpetua, 
diseñada por tus manos, en el tálamo de mi respiro. 

Y te quedas en mí, como un conserje, carcelero 
de amor que me arrebata, y provoca mis sentidos. 
Y te quedas en mí, en mi regazo, despertando el 
universo dormido que habita en el interior corpóreo 
de mi sexualidad.

HORA A HORA



¿Qué dejaste en mi lecho caballero,
mil aromas de amapola en mi almohada,
o esencias de romero que se apean de mi pecho
en el épico gozo de la entrega.?

¿ Qué impregnaste en mi piel dulce maestro?
Tal vez una tonada trenzada entre tus dedos
con un cantar de solfeos en mis senos...
O el almíbar dulzón de un catador beso.

¿Que inventaste en mi gruta, escudero?
Un ramal de inciensos agoreros
que trazan el camino de mis gozos,
o tal vez un vientre delicioso 
derrumbado en mi piel sin titubeos.

¿Que robaste de mi ser gran hechicero?
Te adueñaste de mis ansias seductoras,
o quizá de la pasión que me devora.
En todo caso no te detengas, sigue el paso,
que yo muero por tenerte hora a hora.

miércoles, 9 de noviembre de 2016

POPURRI DÉCIMAS



DÉCIMAS TRISTES

Hace tiempo yo te dije
que mi esencia se moría
y con la mirada fría
por tu distancia maldije;
pero no te contradije
respete tu buen decreto.
¡No violaría el secreto,
que se consume en lo nuestro!
La escritura del secuestro…
décimas tristes sin veto.

RESENTIDOS

Por el cielo y por la tierra
se confunden los milagros
de los santiamenes magros
donde el odio se destierra,
y sin pensarlo se entierra
una espina que es mortaja
de los amores de paja
que confunden los sentidos
y se vuelven resentidos
como el sol en una caja.

SACIEDAD

De mi sangre tú bebiste
te saciaste con mis penas
y me introduje en tus venas
con locura, sin despiste.
Fue cuando te despediste
y esta vez con mucha prisa.
Escondido en la cornisa
de mis ojos te libraste
y de todo lo que amaste
cuando exaltabas mi risa.

OTROS TIEMPOS.

Hoy la súplica ha cesado,
las campanas tañen muertas.
Serena te abrí las puertas
que consumen el pasado.
Lo que, yo, viví a tu lado
fueron silencios culposos,
congestionados, borrosos.
Hoy creamos otros cielos
y magníficos anhelos
sin los recuerdos tediosos.

DEMENCIA

De mi mano se propaga
el silencio de la vida
y la infancia repetida
en un dogma que se apaga.
"No es lo que se haga o no se haga"
solo se nota la ausencia
de la bendita presencia
del sol naciente que alumbra,
la sempiterna penumbra
de mi aliento en la demencia.

AUSENCIA



Nunca sentí nostalgia tan cercana
en el silencio absurdo de la muerte,
ni toque fantasmal de frío inerte
en huida de tu mano tan lozana.

No entiendo tu partida, tan temprana,
el llanto se derrama ¡Mala suerte!
Mis ojos languidecen, al no verte
y no se asoma el sol por mi ventana.


Te dije que contigo partiría
asida fuertemente de tu mano
y ahora quebrantaste ese legado

sabiendo que por ti me moriría
y la calma al dolor, sería, en vano
pues quiero refugiarme en tu costado

LA RESPUESTA

Hace unos días, un amigo poeta dejo un poema
hermoso, en donde esgrime su imposibilidad
de entender a las mujeres, aún cuando él tiene
dos nietas.
He aquí mi contestación a ello:

LA RESPUESTA


Bastante te extendiste en tu concepto,
no es fácil entender a las mujeres
que lidian día a día con deberes
sin olvidar jamás, su gran precepto:

"Esposas ante todo, y buenas madres
que mimen con amor a su marido
y abracen a sus hijos en el nido
sin inventar revuelos ni desmadres."

Y si acaso se salen de contexto
flirteando un poquito como el hombre,
crasa actitud volátil y sin nombre
ofende sin piedad y sin pretexto.

Ser mujer es amarse sin reparos,
soñar como si fuera un nuevo día
aunque el dolor te mate en agonía;
ver en la oscuridad con ojos claros.

MUJER LLANERA - SONETILLO DE RIMA ESPECULAR



Mujer llanera, 
recia, bravía,
la contravía
te desespera. 

A tu manera
sin vacilar
en primavera
eres certera,

bajo el palmar
donde te espera
con verdadera

melancolía,
la melodía
del alma entera.

SOFOCACIÓN


Que si me quieres, te quiero,
lo decreto y pierdo el miedo,
pues en tus brazos procedo
a rendirme con esmero;
de pies a cabeza infiero
tus miradas como rocas
y el llanto en mí, tú provocas
con malicia, o desatino,
¡oh! rayito tan divino
me enardeces, me sofocas.

Culpa tienen tus excesos
de mis locos desvaríos ,
tan odiosos, tan impíos, 
comodines de embelesos
que descomponen mis huesos
¿Juzgas acaso, siquiera, 
que pueda tener ceguera
y entregarme a la deriva
como ave en una diatriba
que se muere a tu manera?

¡No inventes tal disparate!
Se acabaron los arrullos
los quejidos y murmullos,
el corazón ya no late
ni con vino, o chocolate;
se murieron las orquídeas 
las violetas, las gramíneas,
de eso ya no queda nada,
ni nuestra humilde morada
de célebres noches ígneas.

BOSQUEJO DE UNA MUJER (MAREÍLLA MAYOR)




Ser mujer es mirar el cielo claro,
es sentir que el suspiro se suaviza,
que la rosa en el patio se eterniza
en el jardín flotante tan preclaro.

Viste de seda
blanca y espuma
es una pluma
de la vereda.

Mujer y madre
no es una santa
pero amamanta
sin que baladre.

Mujer y esposa
es diligente
siempre pendiente
jamás reposa.

En las noches descansa, sueña, inventa,
sitios hermosos que bañen las olas,
sin prevención ninguna al rompeolas 
que limite el delirio que ella alienta.

Cuenta las horas
que las ausencias
hacen presencias
abrumadoras.

No se arrepiente
de su experiencia
tiene prudencia
y cruza el puente.

Esa es su vida
en libro abierto
dulce concierto
de despedida.


Su alegría resulta alentadora,
con la franca armonía en cada cosa
que ella proclama. Más es amorosa,
si afecto le prometen, siempre llora.

ME FALTA EL AIRE (Soneto Inglés)

  Siniestro cráter trágico, en tu lava, aúllan tus vestigios sin retoño y un hilo destructor sagaz te enclava la miel que derramaste en el o...