DÉCIMAS TRISTES
Hace tiempo yo te dije
que mi esencia se moría
y con la mirada fría
por tu distancia maldije;
pero no te contradije
respete tu buen decreto.
¡No violaría el secreto,
que se consume en lo nuestro!
La escritura del secuestro…
décimas tristes sin veto.
RESENTIDOS
Por el cielo y por la tierra
se confunden los milagros
de los santiamenes magros
donde el odio se destierra,
y sin pensarlo se entierra
una espina que es mortaja
de los amores de paja
que confunden los sentidos
y se vuelven resentidos
como el sol en una caja.
SACIEDAD
De mi sangre tú bebiste
te saciaste con mis penas
y me introduje en tus venas
con locura, sin despiste.
Fue cuando te despediste
y esta vez con mucha prisa.
Escondido en la cornisa
de mis ojos te libraste
y de todo lo que amaste
cuando exaltabas mi risa.
OTROS TIEMPOS.
Hoy la súplica ha cesado,
las campanas tañen muertas.
Serena te abrí las puertas
que consumen el pasado.
Lo que, yo, viví a tu lado
fueron silencios culposos,
congestionados, borrosos.
Hoy creamos otros cielos
y magníficos anhelos
sin los recuerdos tediosos.
DEMENCIA
De mi mano se propaga
el silencio de la vida
y la infancia repetida
en un dogma que se apaga.
"No es lo que se haga o no se haga"
solo se nota la ausencia
de la bendita presencia
del sol naciente que alumbra,
la sempiterna penumbra
de mi aliento en la demencia.