viernes, 12 de noviembre de 2010

MIS PIES CANSADOS


Mis pies están cansados, ebrios de noches,
enlutados por la espera y el desaliento.

Tal vez se secaron en el sofoco de mis días
o se desvanecieron en cada piedra del camino,
horadando la piel que los abriga.

O quizá no hay confianza en cada huella, se difumino
la vida en cada paso, se trastoco el entorno
y las heridas subyugaron los intentos.


Pies de mujer que se desbordan en ansias infinitas,
que son el vivo recuerdo de batallas de amor
inconclusas, sedientas, absortas en la distancia
de un eco moribundo que no acepta la desnudez,
ni el impávido palpitar con que suplican.

Mis pies están cansados, ebrios de noches,
enlutados por la espera y el desaliento…
Más, yo, los guío a la tibieza, y hago de ellos
el umbral del paraíso eterno, el refugio del invierno,
la simbólica beatitud de un campo abierto.

AGONÍA


Mensajes del alma se filtran discretos,
en infinita espera de letras lejanas
que hambrientas provocan latidos inertes,
de antorchas y fuego en el pecho férvido
de un turpial agónico.


Se desgaja la rama incipiente, se abruma el contorno
del alba…Y en gorjeos de ave preciosa, el don de la vida
se apea en silencio.

Se dibuja en mis labios un rictus de incienso, calando
la incierta mirada del turpial quejoso, que ahogando su canto
sucumbe en secreto.

Derramo mis ansias, arranco las vendas que cubren mis ojos,
y en mi desvarío no encuentro miradas, ni besos, ni nada…
Los sueños se han ido, la muerte los llama, y de rama en rama
el celoso turpial, retorna a su nido.

ESPASMOS DE AMOR EN NOCHE CLARA


Llevas la piel impregnada de sabores,
declives que atraviesan tus sentidos,
luminarias que se cuajan en la ausencia
de un adiós mortal que no comprendo.

Finges que dormitas en silencio,
y ocultas el sentir que te aprisiona…
No intentas eximir a quien te implora
aunque la sangre brote de tu pecho.

No es fácil liquidar las emociones;
inútil es intentar odiar cuando se ama
o quizá mutilar el pensamiento…
¡De espasmos de amor en noche clara!

SE DESNUDA TU MIRADA




Se desnuda tu mirada en el entorno delicioso
de mis besos, y se pierde lujuriosa en las cavernas
sensuales de mi espacio; enarbolando tu bandera
con el orgullo propio del conquistador que ocupa
las tierras de su lucha.

Se desviste tu piel, recorriendo sin prisa, cada
poro que exaltado se entrega al febril pálpito
epicúreo de tus manos aladas, pavesas del alma
que se filtran airosas en el cantico amable de tu boca.

Inherente a ti, declino mi angustia en un soplo de
esperanza compartida; en el ocaso del te amo se
neutraliza el olvido que arrebata la espera,
que debilita los sentidos y manosea los silencios.

Se desnuda tu mirada, ante la proximidad golosa
de mi alma, con solo imaginarme en un esbozo,
con presentir apenas mis aromas, o el perfume
que innato oscila de mi pecho.

SIN BULLICIO/ HOMENAJE A MIGUEL HERNANDEZ


SIN BULLICIO

Son tus ojos, los ojos más hermosos,
la fuente inagotable de tu ausencia,
los lloros que detienen tu presencia
en símbolos poéticos gloriosos.

De tus manos nacieron los sonetos,
los versos más sublimes compartidos
en mágicos momentos recogidos.
A tu péndola insigne mis respetos.

Rapsoda que resides en tu verso
que tejes el vigor de tiempos idos,
ausencias que se quejan sin olvidos
por tu magia donada al universo.

Turpial enamorado del oficio,
más hermoso y sublime de este mundo,
te admiro con respeto tan profundo
que mi verso es humilde, sin bullicio

ME FALTA EL AIRE (Soneto Inglés)

  Siniestro cráter trágico, en tu lava, aúllan tus vestigios sin retoño y un hilo destructor sagaz te enclava la miel que derramaste en el o...