sábado, 5 de diciembre de 2009

DUEÑO Y SEÑOR



Si el silencio de los muertos fuera un susurro…
Si las nostalgias del recuerdo se transformaran
en consuelo…
El mundo, sería un edén perpetuo,
y el dolor sería un sortilegio.
Un manantial de caricias prodigadas al descuido,
abundantes, puras, delicadas.

Si tus ojos se posaran en los míos,
y esos labios mitigaran mis lamentos…
Mi mundo sería un altar de sueños,
erigido en tu honor y gentileza.

Más el sueño se convierte en oleajes;
de tus ojos no consigo una mirada,
y esquivas con recelo mi cariño
como dueño y señor de tu refugio.

Al olvido envío todas tus horas,
tus besos, requiebros y mentiras.
Quédate ermitaño en tu morada
y no salgas de allí por muchos años.

ME FALTA EL AIRE (Soneto Inglés)

  Siniestro cráter trágico, en tu lava, aúllan tus vestigios sin retoño y un hilo destructor sagaz te enclava la miel que derramaste en el o...