Sueño recurrente de mis ansias,
que se guinda en el vértice de una estrella.
Sueño que se amalgama con tu pecho,
y se desborda en medio de tu alma.
Sueño infinito con tus besos, y el suave
titilar de tus pensamientos.
Soñar con las simientes del te quiero
que se entrelazan, ante el bocado magnífico
de nuestro aliento.
Divagar entre el cielo y el infierno,
sin anécdotas, ni preceptos.
Tomar de la vida lo que ofrece
y dejar que los sueños, sean nuestros.
Sueños que se tejen en silencio,
emulando confines de misterio.
que se guinda en el vértice de una estrella.
Sueño que se amalgama con tu pecho,
y se desborda en medio de tu alma.
Sueño infinito con tus besos, y el suave
titilar de tus pensamientos.
Soñar con las simientes del te quiero
que se entrelazan, ante el bocado magnífico
de nuestro aliento.
Divagar entre el cielo y el infierno,
sin anécdotas, ni preceptos.
Tomar de la vida lo que ofrece
y dejar que los sueños, sean nuestros.
Sueños que se tejen en silencio,
emulando confines de misterio.
1 comentario:
Gracias Cris, por eso que dices, los sueños, sueños son. Y las mujeres siempre soñamos.
Un abrazo gigante
Publicar un comentario