Me cubro con la noche sin estrellas,
sin luna, sin astro alguno.
Me cubro con los silencios abismales
de mi alma, y la fuente maravillosa
que se derrama eternamente, reflejando
mi cara, mi silueta de mujer que se
deleita en el intrínseco mirar de tu cansancio.
Reflejo de mis debilidades absolutas
ante los embates furiosos de tu boca,
de tus manos que me ungen de miel
y holocaustos efímeros de mis tibiezas.
Reflejo en la fuente pura de mis noches,
esas noches solitarias y lujuriosas
de mis pensamientos sensuales,
siniestros y tentadores que te evocan.
Narciso, es pálido reflejo, de lo que
que puede ver el manantial de tus ojos
en mi piel que palpita...
Eterna.
sin luna, sin astro alguno.
Me cubro con los silencios abismales
de mi alma, y la fuente maravillosa
que se derrama eternamente, reflejando
mi cara, mi silueta de mujer que se
deleita en el intrínseco mirar de tu cansancio.
Reflejo de mis debilidades absolutas
ante los embates furiosos de tu boca,
de tus manos que me ungen de miel
y holocaustos efímeros de mis tibiezas.
Reflejo en la fuente pura de mis noches,
esas noches solitarias y lujuriosas
de mis pensamientos sensuales,
siniestros y tentadores que te evocan.
Narciso, es pálido reflejo, de lo que
que puede ver el manantial de tus ojos
en mi piel que palpita...
Eterna.
2 comentarios:
Un placer pasar por tu blog.
Esta poesía reflejos me ha encantado.
Ha sido muy emotiva leerla hoy.
Un fuerte abrazo
Joan
Joan, gracias por estar, y dejar comentarios bellos.
UN abrazo grande para ti, te visitaré.
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