EL TRASPATIO

En las noches tibias de mi soledad extrema
de tules se teje el dolor de la espera.
En las noches tibias del crepúsculo ausente,
me seduce tu aliento, tu aroma, tu alma.
Y en el devaneo de un cortejo celeste,
me hieres sin tregua, te escurres, me enervas.
Afloran los recuerdos, se filtran sin reparo,
saboreo tu intento, el beso que clama.
De pronto te yergues cual árbol de cedro,
me invitas, me acosas, y luego te pierdes.
En las noches tibias, evoco tu nombre como
una letanía que aflora silente.
En el traspatio de mis desvaríos, se confunde
el eco de tu amor dormido, y es cuando encuentro
un oasis perdido, que abriga mi duelo y me entrega
el rocío.

Lila Manrique
2 comentarios:
Hermoso poema.
Gracias tío amado, para mi es una gran alegría
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