Amarte, fue hechizo total en abundancia,
un barco que, a la espera, agoniza…
Amarte fue eternidad, fue gozo,
realidad en la desesperanza;
mito en la osadía de mi esencia subyugada
por la deshonestidad de tus palabras.
Fue huracán, y fue calma. Infierno, cielo,
asechanza. Pasión abrazadora, ternura
irrevocable, odio, infidelidad, impaciencia.
Un cuadro pintado sin indulgencias,
un mostrador repleto de inconsciencias
que debilitaban sin piedad cada latido,
cada poro, de una piel reveladora en el
éxtasis sensual de la complacencia.
Un compendio de alegrías, delimitado
apenas por la cobardía de no ser, por no
ver, por no entender, que aun así…
¡Yo te amaba vida mía!
2 comentarios:
Siempre es un placer Lila recorrer tus letras.
Un abrazo siempre desde el vecindario.
Angel
Angel, muchas gracias por venir y recorrer mis versos, Dios bendiga tu pluma siempre.
Publicar un comentario