miércoles, 12 de agosto de 2009

YA NO SOÑABA


¿Quieres bailar conmigo?
Me dijo aquel hombre acercándose a mi mesa.
Voltee levemente la cabeza, y me estremecí.
¡Que bello rostro poseía, varonil, ausente!

Me ofreció su mano,
aprisionó al descuido mi cintura…
Su pecho se poso en mi corpiño
y juntos nos perdimos en el ritmo.

Mis pasos algo torpes respondían a su destreza;
agitándose mi pecho ensordecía mis sentidos…
Y aquel hombre me atraía, deshojaba mis intentos.
¡Que sensual, cuanta hombría!
Sus brazos rodeándome completa, y yo…
Etérea.

Un tango suave, sensual, íntimo, se deslizaba
entre nosotros, los movimientos se hacían
cadenciosos y el lugar desaparecía, ante mis ojos.
Me sentía especial, coqueta.

El humo le daba un aire misterioso a mi pareja,
sus ojos se clavaban incitantes, codiciosos,
enloqueciendo mi flaqueza.
El aire comenzaba a ser escaso, y yo, desmayaba
entre sus brazos.
Cerré mis ojos, y al abrirlos nuevamente,
me encontré en la soledad eterna de mi alcoba.
Ya no soñaba.

¡Se terminó mi sueño!

6 comentarios:

Marisol Cragg de Mark dijo...

Tu sueño lo recuperas al evocarlo.
Te sigo. Un abrazo desde Berlín.

Yoyo dijo...

Dios mio, mi bellaaaaaaaaaaaaaa, que gran sorpresa haber visto tu comentario en mi blog!!! mi bella bella, tu sigues escribiendo divino!!!
Sabias que era yo?
Un besito
Muaaaaa

Lila Manrique dijo...

Marisol, gracias por tu paso, un abrazo grande

Lila Manrique dijo...

Bella? Bella Bella? joderrrrrrrrrrrrr
No lo puedo creer mi reina, no puede ser....
No sabía que eras tú, te encontré al azahar, te lo juroooooooooooooooooooooooooo
Ay que alegría, ahora no me sacarás de tu blog. Te ví, pero tu foto no la reconocí, y además que no me tienes por ninguna parte como a alguien que has querido mucho, mala. Naaa mentira. Besitos mi bella.

Roger Rivero dijo...

Linda anécdota contada en versos, con clase y estilo, me encanto un abrazo Lila, Roger

Lila Manrique dijo...

Gracias Roger, seguiré tus huellas, un abrazo grande.,

ME FALTA EL AIRE (Soneto Inglés)

  Siniestro cráter trágico, en tu lava, aúllan tus vestigios sin retoño y un hilo destructor sagaz te enclava la miel que derramaste en el o...